[La musa]
Necia, dura, pariente del reclamo,
esposa del enojo y sin arrojos
deidad paciente con zapatos cojos;
dulce tempestad, genio sin amo.
Vodevil a cinco actos matinales,
gata triste de ajenjo y porcelana,
infierno de pecados veniales,
aliento del desierto de mis canas.
Eso es la musa: Febril alegría
de los días sin visita conyugal
a una cárcel de olvido y flores guindas.
Eso es mi patria, la casa en que vivo:
esta hoja de olivo en la que escribo
muchos ripios y algunas cosas lindas.
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En 2003, sumido en una de tantas depresiones, intenté escribirle algo a la musa inspiradora que me tenía abandonado y sin poder escribir. Luego deun par de noches quedó este sonetito. Ese último terceto me gustó mucho en ese momento, me sentí vencedor de mi propio ejercicio: "Esta hoja de olivo en la que escribo..." Así que supongo que vino la musa y se sintió halagada.
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