martes, 12 de julio de 2011

BASADO EN HECHOS REALES # 1

Cuando llegamos a nuestra nueva casa, aunque rentada, Mariquita y yo celebramos (junto con llegar a una nueva casa), que justo al centro de la misma, levantándose frondoso y guapo, un maravilloso árbol nos daba la bienvenida. Nuestra casera, Doña Carmen Mier Terán y Rocha, nos dijo que era un árbol italiano pero que había olvidado cuál era su nombre.

En fin, la cosa es que hace unas semanas pasó algo de verdad increíble. Mi prima Alejandra tiene un esposo (ustedes no tienen por qué saberlo) de nombre Alessandro. Su nombre no es uno de estos desafortunados accidentes de nomenclatura que unirían en alguna circunstancia este nombre, Alessandro, con un apellido paterno disonante y descontextualizado, como Godinez. No, en este caso ya de por sí curioso, mi prima Alejandra halló en buena coincidencia a un tocayo nominado auténticamente en Italia: Alessandro.

Pues resulta que Alejandra y Alessandro fueron de visita a nuestra casa y lo primero que pensamos Mariquita y yo fue en preguntarle a Alessandro si sabía el nombre del árbol. Entonces Alessandro caminó hacia el árbol, lo miró por un momento y le dijo:

-Paisano, Come tu te chiami?


Y en ese memomento, aunque ustedes no lo crean, las ramas de ese bellísimo árbol italiano se movieron a la vez, cantando entre el follaje un sonido muy parecido a la palabra:

-A N T O N I N O

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