jueves, 23 de junio de 2011

ONCE UPON A TIME IN WEST ASPHIXIA



Hace unos días vi la grabación de "Once upon a time in West Asphixia o hijos mirando al infierno", de Angélica Liddell que dirigí en 2008. Qué rápido pasa el tiempo. Aquí algo que me escribió Angélica, visto a la distancia como un gran tesoro.

“Cuando estrené Once upon a time… en Madrid en el 2002, se recibió como una obra inmoral, sucia, excesiva, algo aberrante que no respondía a la realidad, incluso se me tachó de enferma. Afortunadamente he tenido la oportunidad y el placer de asistir a la puesta en escena que Alonso Barrera ha levantado en La Fábrica, un espacio para la investigación en Querétaro, México. Me asombró la manera en que Alonso, las actrices, y el resto de los colaboradores habían comprendido un texto “enfermo” según la crítica española. Gracias a una estilización exquisita, con resonancias de Bob Wilson, habían conectado esta historia de venganza infantil a la realidad cotidiana de los abusos a menores. Todos los elementos se alían, dirección, música en directo, interpretación, para mantener al público en un estado hipnótico hasta conducirles al escalofrío. Desde luego, esta puesta de Once upon a time…es un ejemplo de compromiso estético y emocional con el arte escénico.”

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