lunes, 20 de septiembre de 2010

WONDERLAND


ACTO XII: -WONDERLAND

Charles Dodgson toma una de las cartas que están en el suelo, la abre y lee:

CHARLES:
Querida Alice:
He vuelto de Wonderland como de un sueño,
soñado por mí o por alguien más
y te he visto por un instante cantando hermosas canciones
en los tejados de la aurora.

Navegando sobre una marea de lágrimas,
de orquideas y espejos
en ese mundo en el que sólo estamos nosotros
y todos nuestros reflejos.
De nuevo despierto y me veo recostado
sobre un sembradío de cartas que nunca tuvieron respuesta,
botellas vacías y gatos,
humo en habitaciones que perdieron tu voz y tu nombre
y la lluvia de estrellas detrás de tu pelo;
esa que va por la ventana y da a la calle
donde todas las noches
dos enamorados bailan tango y vals…

Querida Alice:
Es hora de verte partir en la despedida de trenes,
mesas de te y fotografías donde estaremos juntos siempre.
Es hora de salir de la madriguera,
del vértigo de carruseles y volver a esta mesa sobrio,
sin la magia de tu risa
y que lo último que leas sea este poema infinito hecho sólo para ti.
Una obra que lleva tu nombre junto al mío,
llena de palabras rotas y una historia que algún día será verdad.

Es hora de irse a la cama y soñar que nos veremos pronto.
Es hora de soñar que despertamos dentro de nosotros mismos.
Es hora de soñar con la vida, porque niña mía,
qué es la vida sino un sueño, un sueño nada más.

(Charles se levanta y cruza todo el escenario, luego desaparece para siempre)

No hay comentarios:

Publicar un comentario