lunes, 29 de marzo de 2010

WTD2010: MENSAJE DE HH



Para un buen amigo
Hugo Alfredo Hinojosa
Para Alonso Barrera

Podría perder el tiempo de todos hablando sin parar sobre estos 17 años de vida teatral que he llevado, pero creo que sería muy poco atractivo para quien pueda escuchar la lectura de esta carta. Hace algunos días le comenté a Alonso que poco o nada tenía que decir acerca del Teatro, cosa que luego de días de pensar al respecto recapacité.
Creo que el teatro es un cúmulo de las artes, ante esto no estoy diciendo nada nuevo, quizá mis palabras no tengan nada de nuevo, pero diré lo siguiente. Es en el teatro, en ese cúmulo de artes que es el teatro: música, danza, pintura, literatura, multimedia y lo que venga con los años, donde se presenta mejor la naturaleza humana, a eso lo reduzco… a una presentación de la naturaleza perdida que no podemos ver en ningún otro lado que no sea en un espacio como el que se crea entre el que presenta y el que lo ve, a veces ni eso. Muchos defienden al público brindándoles una gran fuerza, que en verdad tiene, pero si somos más estrictos a veces, las más, hacemos teatro en una privacidad que sólo nosotros conocemos. El público es de una gentil calidad y nunca debemos faltarle al respeto, porque ellos acuden al teatro porque en su privacidad crean y construyen cosas que al no tener un nombre para ellas, las encuentran, sin más, al ver a los actores, bailarines o músicos sobre la escena.
El teatro para mí antes que un espectáculo trata sobre la presentación de la naturaleza, sobre la presentación de cálidas ideas, maneras, palabras, acciones, silencios, amoríos, amarguras, tristeza, solemnidad, gestos, miradas que no pueden ser mostradas de otra manera. El teatro tampoco es la vida, creo que eso hay que tenerlo claro, es sin duda un espacio donde se muestra algo ajeno a la vida, es decir: esos gestos que afuera en las calles o por las noches perdemos entre las oleadas humanas que nos avasallan.
La labor de los actores, bailarines, músicos, directores, dramaturgos y todos aquellos que se unen para crear cada uno de los montajes que se hacen en este mundo comparten un dejo de soledad, gracias a la cual pueden crear sin más grandes obras que repercuten en la mente y sentimientos de quienes ven un espectáculo. Hablo de una naturaleza que está por encima de las nacionalidades y las estúpidas barreras contra las cuales nos agolpamos día tras día. Hablo de una naturaleza que no conoce de simplezas ni de colores de pies ni de mediocres políticas teatrales… vamos no hay que perder la vida, la creatividad haciendo política, pensemos más en la obra. Pensemos, claro está, en lo complejo que es crear un espectáculo en un mundo donde pareciera que todo está completamente dado para que no exista el teatro ni las artes. El mundo, la política contra las artes.
La labor de un ejecutante sobre la escena es tan importante como la labor de la política en los escenarios más importantes del mundo. Mientras los políticos pueden estafar hasta hacer que los de a pie desconfiemos, los ejecutantes dan vida y educan y ha educado a cientos de generaciones de hace milenios. ACLARO ALGO, NO HAY NADA PEOR QUE UN POLÍTICO TEATRAL, SE DISPUTAN EL PODER COMO MACBETH PERO MITIENDO, SIEMPRE MIENTIENDO AL DECIR QUE ES POR UN BIEN COMÚN, TAN SÓLO PARA LLENAR SUS ARCAS.
Algo que valoro, quizá lo único que valoro del teatro, es que gracias a él puede uno crear lazos, vínculos tan estrechos que pocos comprenderían. La amistad, ese acto y palabra que parece tan devaluada, la he visto surgir sobre la escena y quedarse ahí por años. La amistad y amor que puedo sentir por el teatro es como la que siento por el mejor de mis amigos: me acompaña y está para mí a cualquier hora, en cualquier día, me hace enojar, la desprecio y acallamos cuando estamos a punto de estallar, pero al final siempre estamos juntos como los mejores amigos.
Quiero agradecerle a Alonso Barrera la lectura de estas palabras, él, lo digo públicamente es un amigo que valoro tanto y que se dio gracias al mutuo amor por la escena, por esa naturaleza que en silencio comprendemos, porque sencillamente compartimos una soledad que nos arropa a cada hora. Vengan amigo mío más éxitos para La Fábrica y para ti…
Gracias por escuchar estas lejanas palabras…
Hugo Alfredo Hinojosa.

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